La comunicación ha cambiado de escenario y se han convertido
en una oportunidad efectiva para las relaciones personales donde nos ayudan a
aumentar conexiones de grandes distancias donde no hay tiempo ni espacio.
Si bien las redes sociales hoy en día son de gran
importancia para nuestra sociedad tanto para fines sociales y comerciales, éstas
a la vez se transforman en un arma de doble filo.
Cuando nos comunicamos
con las personas a través de la red, es muy difícil saber o dimensionar la
realidad de sus dichos o hechos llegando a ser muchas veces un riesgo, el no
saber quién es realmente y con quién me estoy comunicando. Todos sabemos que
tiene muchas fortalezas y debilidades pero más allá de lo que son o pueden
causar, el problema está en nosotros…
¿Por qué el problema está en nosotros?
Nosotros como seres humanos tenemos la capacidad de
adaptarnos y de aprender cosas nuevas a medida que el mundo, la sociedad y la tecnología
avanzan, sin embargo, también somos seres con la adicción en nuestro
interior, es esa adicción la que en este
caso nos juega en contra, donde nos sumergimos en el mundo de las redes sociales
y dejamos de lado lo verdaderamente importante, que son la conexión con nuestro
exterior, el mirar a los ojos, el sonido de la naturaleza, el abrazo y beso de
un ser querido, y más importante aún el tiempo de nuestra vida, el cual sin
darnos cuenta avanza y avanza mientras estamos detrás de un celular o un
computador, y perdemos oportunidades que a lo mejor nunca volverán y que podrían haber cambiado tu
vida.
¿Cuándo es el momento de poner límites?
Para el ser humano muchas veces no existen límites, y así también
es muy difícil aceptar nuestros errores, mucho más difícil aun es que una
persona reconozca una adicción, por lo que reconocer el momento de poner límites
debe ser definido por cada persona, lamentablemente
nuestra sociedad viene con el chip de que con los errores se aprende, por lo
que muchas veces esperamos que pase lo peor para hacer algo para mejorar o
cambiar, en vez de prevenir.
Hoy en día el individualismo y el egocentrismo que causan la
redes sociales hacia las personas afecta en la convivencia humana, la gran mayoría
de las personas son dependientes, revisan su muro de Facebook diariamente y a
cada instante tratando de lograr una aceptación social y con el afán de ser
popular son capaces de fingir, de mentir y de dar a conocer una realidad que no
es siempre es la verdadera.
Sin embargo, como tiene sus debilidades y amenazas sabemos
que tiene sus fortalezas y oportunidades y bien dijo Aristóteles:
“ El Hombre es un ser sociable por naturaleza”
Y es ahí donde el ser humano tiene el poder en sus manos, en
utilizarla de manera adecuada y
solo como herramienta
comunicativa que nos ayude a simplificar nuestras vidas.
Es por eso que tratemos de empezar a vivir nuevamente, como
aquellas generaciones pasadas que con una simple palabra y un apretón de mano podían
tener el mundo a sus pies.
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